- La iglesia de “La Paloma”, patrona popular de los madrileños, ha reanudado hoy su actividad con una misa solemne en recuerdo de las víctimas, de sus familias, y de todos los vecinos dañados
- El edificio que explotó al soltarse el conducto del gas bajo la acera de la calle Toledo permanece clausurado a la espera de informes técnicos
- Las familias y amigos de las víctimas, el colegio y la residencia de ancianos colindante han recordado juntos a todos los afectados
Madrid, 19 de marzo de 2021. “En medio del dolor, San José ha trabajado silenciosamente, con corazón de padre, y nos ha reunido hoy en familia”. Con estas palabras ha dado la bienvenida el párroco de la iglesia Virgen de la Paloma, padre Gabriel Benedicto, a los 150 invitados presentes en la Eucaristía que ha tenido lugar hoy, viernes 19 de marzo de 2021, a las 13 horas, y a varios centenares de personas cercanas que han seguido la retransmisión por el canal YouTube de la parroquia.
A todos ellos, el sacerdote les ha recordado que Dios “no es indiferente ante nuestro sufrimiento y sabe cuánto echamos de menos a Javier, a Stefko, a David, y a Rubén; por eso hoy nos ha convocado para consolarnos y darnos su fortaleza, la cual se manifiesta en medio de nuestra debilidad”. Y ha evocado, uno por uno, los semblantes de las cuatro personas que murieron el pasado 20 de enero al explotar el edificio parroquial de Toledo nº 98 a causa del gas que entró desde la calle.
Así, el padre Gabriel ha recordado al sacerdote de la parroquia Rubén Pérez Ayala, de 36 años; a su amigo David Santos, padre de familia de 35 años, que acudió a echarle una mano apenas unos minutos antes de la tragedia; al albañil toledano Javier Gandía, de 45 años, que trabajaba en la zona; y a Stefko Ivanov, de nacionalidad búlgara, que pasaba por allí en el momento de la explosión y estaba a punto de cumplir los 47 años.
“Hoy, de alguna manera, el cielo y la tierra se unen. Le pedimos al Señor que nos conceda paz y que podamos mirar siempre el dolor de los demás. Hoy todos somos parte de estas cuatro familias y hoy el Señor quiere consolarnos a todos”, decía también en la homilía. Y añadía: “Yo le pido a Dios que podamos mirar ahora con esperanza al futuro y que san José, que tuvo que abrazar una realidad que no había elegido, nos ayude a abrazar esta historia que forma parte ya de la historia de La Paloma, de cada uno de nosotros, como un punto de partida de una historia nueva, donde él es capaz de abrir un futuro y de reconstruir algo que sea eterno”.
En esta liturgia se ha recordado también a los niños y profesores del colegio La Salle, y a los ancianos y trabajadores de la residencia La Paloma, que vivieron la explosión sin sufrir daños personales. Todos ellos estaban representados en la misa, al igual que los vecinos y comerciantes, especialmente los que aún no han podido volver a sus casas.
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NdP LA PALOMA REABRE SUS PUERTAS EL DIA DE SAN JOSE 19032021(PDF)