Peregrinación A SANTO TORIBIO DE LIÉBANA 14 y 15 de abril

Santo Toribio de Liébana es una de las cinco ciudades santas del mundo.

El Monasterio de Santo Toribio de Liébana tiene junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz el privilegio de celebrar el Año Santo, otorgado por medio de una bula del papa Julio II, en el año 1512.
El año pasado peregrinamos a Caravaca de la Cruz y este año, de nuevo, salimos al encuentro con Cristo a través de su Cruz porque es el Árbol de nuestra Salvación. Con su muerte en Cruz y su Resurrección, Cristo nos ha salvado. ¡NUESTRA GLORIA, SEÑOR, ES TU CRUZ!

En Liébana, entre los Picos de Europa, en un entorno natural espectacular se encuentra este lugar escogido por unos monjes en los albores del cristianismo para vivir según la regla benedictina.

Tras la invasión musulmana del año 711 y la rápida conquista de la Península, los cristianos que defendían el estado hispano-visigodo se replegaron hacia las montañas cantabroastúricas e hicieron frente con éxito en la batalla de Covadonga (722), así como en otras escaramuzas que tuvieron lugar en nuestros montes, como en el cercano lugar de Cosgaya, que sirvieron para tomar confianza de sus fuerzas e iniciar la Reconquista. Se constituyó el reino asturiano con don Pelayo, a quien sucedió Alfonso I. Este rey de sangre cántabra pobló y organizó el territorio de Liébana con cristianos de la Meseta, para crear un vacío estratégico como frontera frente a los islamitas en el valle del Duero. Entre ellos vinieron monjes que se instalaron en numerosos lugares de nuestra comarca, fundando monasterios como el de San Martín de Turieno, que andando el tiempo se convertiría en Santo Toribio de Liébana.

Es posible que a mediados del siglo VIII, una vez consolidada la Reconquista en esta zona, se trajesen aquí los restos del obispo Toribio de Astorga y las reliquias del Lignum Crucis -que según la tradición él había traído de Jerusalén- para depositarlas en un lugar seguro como era este monasterio.

Lignum Crucis.

La tradición la relaciona con el origen del monasterio, pero lo más verosímil es que fuese traída al mismo tiempo que los restos de Santo Toribio de Astorga, alrededor del siglo VIII. Según el P. Sandoval, cronista de la orden benedictina, esta reliquia corresponde al “brazo izquierdo de la Santa Cruz, que la Reyna Elena (madre del emperador Constantino, en el siglo IV) dejó en Jerusalén cuando descubrió las cruces de Cristo y los ladrones. Está serrado y puesto en modo de Cruz, quedando entero el agujero sagrado donde clavaron la mano de Cristo”.

Se encuentra incrustado en una cruz de plata dorada de tradición gótica, realizada en un taller vallisoletano en 1679.

Las medidas del leño santo son de 635 mm. el palo vertical y 393 mm. el travesaño, con un grosor de 38 mm. y es la reliquia más grande conservada de la cruz de Cristo, por delante de la que se custodia en San Pedro del Vaticano.

Las medidas del leño santo son de 635 mm. el palo vertical y 393 mm. el travesaño, con un grosor de 38 mm. y es la reliquia más grande conservada de la cruz de Cristo, por delante de la que se custodia en San Pedro del Vaticano.